Si bien antes veíamos baterías solamente en sistemas fotovoltaicos (FV) aislados, off-grid, hoy las vemos en medio de ciudades y conectadas a la red—en casas, comercios, clínicas. Los sistemas de almacenamiento de energía (ESS) pueden instalarse virtualmente en cualquier sistema eléctrico gracias a nuevos avances tecnológicos. Existen peligros inherentes a los ESS que deben estudiarse y normarse para controlar y mitigar sus riesgos.
Ese es precisamente el objetivo de la NFPA al publicar el nuevo estándar NFPA 855, el primero y por el momento único estándar dedicado enteramente a la seguridad contra incendios en instalaciones de sistemas de almacenamiento de energía. La primera versión se publicó en el 2020, y estoy segura de que evolucionará muchísimo en sus próximas revisiones (cada 3 años). Claro, la tecnología en sí está evolucionando, así que los códigos y estándares tienen que tratar de mantener el ritmo.
Este estándar no es para baterías, sino que para sistemas de almacenamiento de energía—existen diferencias sutiles pero importantes. Debemos entender cuándo aplica, y cuándo no, para incluir sus requerimientos en nuestros diseños e instalaciones correctamente.